“Hola, ésta es la información meteorológica de la Vía Láctea. Aquí está tu informe meteorológico diario… No podríamos pedir un tiempo mejor en el planeta Zoltex. Ahora mismo hay cincuenta grados y está despejado. Esperamos cielos anaranjados durante todo el día, con una pequeña probabilidad de lluvia de metano durante la noche. Este tiempo tan bueno no puede durar para siempre”.
¿Podría ser éste el futuro de la información meteorológica? Puede que hayas escuchado informes meteorológicos en la televisión o la radio. Emplean información obtenida con satélites que rodean la Tierra para monitorizar nuestro tiempo.
También hemos enviado naves espaciales al Sistema Solar que nos cuentan sobre las condiciones en la superficie de otros planetas y lunas (por ejemplo, Mars Express que está actualmente en órbita alrededor de Marte). Ahora los astrónomos empiezan a crear mapas del tiempo meteorológico de otros mundos más allá de nuestro Sistema Solar.
Empleando telescopios muy potentes, ¡los científicos acaban de crear el primer mapa meteorológico de una enana marrón! Usando una astuta técnica, los astrónomos fueron capaces de crear un mapa de las zonas oscuras y claras de su superficie. Pronto serán capaces de observar patrones de nubes formándose, evolucionando y desapareciendo, igual que en la Tierra.
Las enanas marrones son llamadas “estrellas fallidas” por algunos astrónomos. A diferencia de estrellas como nuestro Sol, nunca llegan a ser suficientemente calientes como para que un fuego nuclear prenda en sus corazones.
Esta enana marrón fue descubierta hace muy poco, este año. Es parte del tercer sistema de estrellas más cercano a la Tierra, después de Alpha Centauri y la estrella de Barnard. Las enanas marrones son muy útiles para estudiar las atmósferas de jóvenes planetas gigantes que son parecidos, salvo que las enanas marrones son mucho mayores que los planetas.
Dato curioso
La ‘Gran Mancha Roja’ de Júpiter es realmente un gigantesco huracán que se sabe que ha estado rugiendo por el planeta por lo menos desde 1831, ¡y podría continuar todavía durante muchos más siglos!
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